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Alimentos prebióticos para obtener abundancia posbiótica

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La salud y el equilibrio del microbioma intestinal son esenciales para tener una función y resiliencia inmunitarias óptimas; así mismo, tanto la comunidad microbiana intestinal como sus metabolitos influyen en todo el sistema de salud del hospedador. Mantener los microbios comensales del intestino por medio de una dieta variada con alimentos vegetales ricos en fibra y prebióticos puede garantizar la abundancia, no solo de bacterias beneficiosas, sino también de los productos derivados de la fermentación, o posbióticos, que demuestran tener beneficios nutricionales, metabólicos e inmunitarios para la salud. 

Duración del video: 01:00. El Dr. Patrick Hanaway, educador y profesional certificado del IFM, hace hincapié en la importancia de los alimentos prebióticos para reforzar las bacterias beneficiosas en el intestino.

Alimentos de origen vegetal y enfermedad crónica

Las pruebas respaldan que el consumo de alimentos vegetales tiene efectos positivos sobre la salud, como disminución de la presión arterial, del colesterol sérico, de la masa corporal y la inflamación.1,2 Las dietas basadas en alimentos integrales y vegetales también son estrategias de tratamiento efectivas para combatir las enfermedades crónicas y han sido sugeridas para lo siguiente: 

  • Disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes, obesidad y cáncer.2-4 
  • Retrasar el progreso de la nefropatía crónica.2 
  • Mejorar los síntomas de depresión y ansiedad como terapia complementaria.5 
  • Proporcionar beneficios para quienes presentan fatiga, dolor e insomnio crónicos.5 
  • Ayudar en la prevención de la recidiva de la colitis ulcerosa.6 

La lista continúa, pero ¿cuáles son los mecanismos detrás de los beneficios de una dieta de origen vegetal o de añadir más alimentos vegetales a un plan de nutrición. La relación entre los alimentos ricos en fibra que incluyen prebióticos y los productos derivados de la fermentación de la microbiota intestinal es un componente importante. 

De los alimentos prebióticos a la abundancia posbiótica

Las fibras solubles e insolubles son carbohidratos no digeribles que están disponibles en las plantas y los alimentos de origen vegetal. Mientras que las fibras insolubles tienen beneficios para un sistema saludable porque colaboran con la eliminación eficiente de residuos, las fibras solubles promueven la fermentación por parte de la comunidad microbiana intestinal. Y los prebióticos, nutrientes utilizados selectivamente por los microorganismos del hospedador que brindan beneficios para la salud,7,8 están presentes en los alimentos de origen vegetal, ricos en fibra. Para que los sustratos se clasifiquen como prebióticos, deben reunir determinados criterios, por ejemplo:7 

  • Efectos beneficiosos para la salud comprobados. 
  • Mecanismos selectivos mediados por la microbiota. 
  • Pueden incluir sustancias diferentes a los carbohidratos. 

Los siguientes son algunos ejemplos de prebióticos presentes de forma natural en los alimentos:9 

  • Fructanos, entre ellos inulina y fructo-oligosacáridos. 
  • Galacto-oligosacáridos y trans-galacto-oligosacáridos. 
  • Almidones resistentes y oligosacáridos. 
  • Polifenoles y flavanoles derivados del cacao. 

Y, si bien es cierto que una dieta diversa, a base de alimentos integrales, de origen vegetal y rica en fibra, contiene una gran variedad de prebióticos, algunos alimentos prebióticos que favorecen selectivamente las bacterias intestinales beneficiosas conocidas incluyen los siguientes:9 

  • Espárragos 
  • Banana (plátano) 
  • Cebada 
  • Frijoles 
  • Remolacha azucarera 
  • Achicoria 
  • Ajo 
  • Miel 
  • Leche humana y vacuna 
  • Cebolla 
  • Arvejas 
  • Centeno 
  • Algas marinas y microalgas 
  • Semilla de soja 
  • Tupinambo 
  • Tomates 
  • Trigo integral 

Los prebióticos “alimentan” la comunidad microbiana comensal del intestino. Las bacterias beneficiosas fermentan estos compuestos no digeribles y obtienen energía a través del proceso de degradación para fortalecer su actividad y crecimiento. De este modo, los prebióticos pueden influir en el paisaje del microbioma intestinal y favorecer el bienestar general mediante el mantenimiento o el aumento de la población de microbios intestinales que protegen la salud.9 

Incorporar uno o más alimentos prebióticos a un plan de alimentación puede tener beneficios significativos para la salud. En un ensayo controlado aleatorizado de 2015, los participantes sustituyeron el trigo refinado con trigo integral en su dieta y observaron un incremento considerable del  ácido ferúlico, un agente antioxidante y antiinflamatorio, así como aumento de uno de sus metabolitos, el ácido dihidroferúlico.10 En 2019, un ensayo pequeño de un solo grupo analizó el impacto del consumo diario de verduras ricas en fructanos tipo inulina sobre la salud en individuos sanos.11 El estudio evaluó el consumo de nutrientes, la composición de la microbiota fecal, la fermentación microbiana, los síntomas gastrointestinales y la conducta alimentaria. Durante las dos semanas que duró la intervención, los participantes siguieron una dieta controlada a base de verduras ricas en fructanos tipo inulina e incluyeron el consumo de 15 gramos de fructanos tipo inulina al día. Al final del tratamiento, se identificó una modificación microbiana primaria como el aumento de la proporción de Bifidobacterium genus que promueven la salud.11,12 Además, los participantes presentaron lo siguiente:11 

  • Mayor saciedad. 
  • Un menor deseo de comer alimentos dulces, salados y grasosos. 
  • Una actitud más positiva con respecto a algunas verduras ricas en inulina. 
  • Mejoría del malestar intestinal al final de la intervención. 
LOS POSBIÓTICOS Y LOS BENEFICIOS PARA LA SALUD 

A medida que los microbios comensales del intestino descomponen los prebióticos por medio de la fermentación, se generan diversos metabolitos y productos derivados que contribuyen a los beneficios de salud para todo el sistema. Estos posbióticos muestran efectos positivos sobre la salud gracias a sus potenciales propiedades inmunomoduladoras, antiinflamatorias, antioxidantes y anticancerígenas13,14 y es posible que ayuden a inhibir los patógenos.15 El concepto de los posbióticos se fundamenta en la observación de que el beneficio para la salud que obtiene el hospedador a partir de los microbios intestinales se debe, en parte, a la secreción de metabolitos y productos derivados de la fermentación.13,16 Debido a que esta ciencia continúa evolucionando, el panel de la Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos (International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics, ISAPP) ofreció hace poco una definición estandarizada de lo que constituye un posbiótico: una preparación de microorganismos inanimados o sus componentes que demuestra ser beneficioso para la salud del hospedador.8 

 

postbiotics
Ejemplos de componentes posbióticos.14,15,17,18

Los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) butirato, propionato y acetato son ejemplos de posbióticos. Estos son productos de la degradación de los prebióticos y tienen una amplia gama de beneficios para la salud, como proporcionar una fuente de energía para los colonocitos humanos, regular una posible actividad anticancerígena, mejorar la barrera intestinal, señalizar la saciedad para tener un impacto positivo en la glucosa y la homeostasis de energía y promover el crecimiento de otras bacterias a través de la alimentación cruzada de bacterias.19-21 

La abundancia de AGCC también podría estar involucrada en la prevención de afecciones crónicas. Un estudio de cohorte de 2019 analizó las muestras fecales de 301 niños de un año y sugirió asociaciones significativas entre los niveles de AGCC derivados de la dieta de los niños y el desarrollo de atopias, alergias y asma.22 El análisis señaló que los niños con los niveles más altos de butirato y propionato en sus heces a la edad de un año tenían una sensibilización atópica considerablemente menor y eran menos propensos a presentar asma entre las edades de tres a seis años.22 Asimismo, aquellos con los niveles más elevados de butirato también eran menos propensos a tener un diagnóstico confirmado de alergia alimentaria o rinitis alérgica.22 

COMPOSICIÓN INDIVIDUAL DE LA MICROBIOTA INTESTINAL 

Es importante considerar con respecto al metabolismo de los probióticos, los posbióticos resultantes y sus posteriores beneficios para la salud, la variación en la composición microbiana intestinal entre las poblaciones y los individuos. En el caso de los polifenoles, por ejemplo, solo se presentan ciertos productos de la fermentación y sus beneficios para la salud solo se obtienen en su totalidad si el panorama intestinal de una persona incluye determinadas bacterias o grupos de bacterias.9,15,19,23 Una de las variaciones entre individuos más estudiada es el metabolismo de la diadzeína de los polifenoles.19 Dependiendo de la composición de la microbiota intestinal, esta isoflavona de soja podría metabolizarse por medio de diferentes vías, lo que deriva en diferentes productos de la fermentación, entre ellos, la presencia o ausencia de equol.19 El equol es un metabolito beneficioso que promueve actividades estrogénicas y antioxidantes.24 

Consideraciones clínicas

Las intervenciones nutricionales personalizadas son un pilar fundamental de la atención en la medicina funcional. Combatir enfermedades crónicas a través de factores de estilo de vida modificables tales como la dieta pueden optimizar la función intestinal y mejorar la salud general. Debido a la singularidad del paisaje microbiano intestinal de un paciente, una dieta diversa que contenga alimentos vegetales y otras fuentes ricas en fibra, incluidos alimentos fermentados, ayuda a garantizar un consumo variado de fibras prebióticas que podría maximizar la abundancia de metabolitos beneficiosos. Incluso la incorporación de uno o más alimentos prebióticos al plan de nutrición actual de un paciente puede ayudar a alimentar a estos microbios intestinales beneficiosos y contribuir a los beneficios para la salud de todo el organismo. 

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Referencias  

  1. Tuso PJ, Ismail MH, Ha BP, Bartolotto C. Nutritional update for physicians: plant-based diets. Perm J. 2013;17(2):61-66. doi:10.7812/TPP/12-085
  2. Adair KE, Bowden RG. Ameliorating chronic kidney disease using a whole food plant-based diet. Nutrients. 2020;12(4):1007. doi:10.3390/nu12041007
  3. Dinu M, Abbate R, Gensini GF, Casini A, Sofi F. Vegetarian, vegan diets and multiple health outcomes: a systematic review with meta-analysis of observational studies. Crit Rev Food Sci Nutr. 2017;57(17):3640-3649. doi:10.1080/10408398.2016.1138447
  4. Sterling SR, Bowen SA. The potential for plant-based diets to promote health among Blacks living in the United States. Nutrients. 2019;11(12):2915. doi:10.3390/nu11122915
  5. Null G, Pennesi L. Diet and lifestyle intervention on chronic moderate to severe depression and anxiety and other chronic conditions. Complement Ther Clin Pract. 2017;29:189-193. doi:10.1016/j.ctcp.2017.09.007
  6. Chiba M, Nakane K, Tsuji T, et al. Relapse prevention by plant-based diet incorporated into induction therapy for ulcerative colitis: a single-group trial. Perm J. 2019;23:18-220. doi:10.7812/TPP/18-220
  7. Gibson GR, Hutkins R, Sanders ME, et al. Expert consensus document: The International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics (ISAPP) consensus statement on the definition and scope of prebiotics. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2017;14(8):491-502. doi:10.1038/nrgastro.2017.75
  8. Salminen S, Collado MC, Endo A, et al. The International Scientific Association of Probiotics and Prebiotics (ISAPP) consensus statement on the definition and scope of postbiotics [published correction appears in Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2021;18(9):671] [published correction appears in Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2022;19(8):551]. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2021;18(9):649-667. doi:10.1038/s41575-021-00440-6
  9. Davani-Davari D, Negahdaripour M, Karimzadeh I, et al. Prebiotics: definition, types, sources, mechanisms, and clinical applications. Foods. 2019;8(3):92. doi:10.3390/foods8030092
  10.  Vitaglione P, Mennella I, Ferracane R, et al. Whole-grain wheat consumption reduces inflammation in a randomized controlled trial on overweight and obese subjects with unhealthy dietary and lifestyle behaviors: role of polyphenols bound to cereal dietary fiber. Am J Clin Nutr. 2015;101(2):251-261. doi:10.3945/ajcn.114.088120
  11.  Hiel S, Bindels LB, Pachikian BD, et al. Effects of a diet based on inulin-rich vegetables on gut health and nutritional behavior in healthy humans. Am J Clin Nutr. 2019;109(6):1683-1695. doi:10.1093/ajcn/nqz001
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