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Las necesidades espirituales, el estrés y las respuestas cardiovasculares

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La espiritualidad es un determinante importante de la salud que puede influir en la sanación, los resultados y la calidad de vida del paciente. Se han realizado amplios estudios sobre sus efectos en el estrés y la disfunción fisiológica, sobre todo con relación a la función cardiovascular. ¿Pueden las estrategias de afrontamiento espirituales ayudar a los pacientes a manejar el estrés y mejorar su salud cardiovascular? Los mecanismos de afrontamiento espirituales como la práctica de atención plena, yoga, oración, afirmaciones diarias y expresión de gratitud pueden mejorar los estados de salud mental, pero también pueden otorgar beneficios de salud física al mejorar la recuperación de los cambios inducidos por el estrés en la función cardiovascular.

El espíritu, el estrés y el riesgo cardiovascular  

El afrontamiento espiritual puede definirse como el uso de sistemas de creencias, actitudes y prácticas de atención plena para gestionar el estrés o sufrimiento emocional. Si bien la espiritualidad puede tener una connotación religiosa, los comportamientos de afrontamiento como la oración no tienen que ser expresamente religiosos y pueden reformularse como tomarse unos momentos en el día para fijarse una meta o reflexionar sobre un logro. La espiritualidad, en un sentido más amplio, es la sensación de conexión, propósito, significado y equilibrio en la vida. Las prácticas de atención plena y toma de conciencia pueden ayudar a lograrlo dándoles a los pacientes las herramientas para reconocer y transformar el estrés y ayudar a sortear la adversidad. 

Los mecanismos de afrontamiento espirituales pueden ayudar a los pacientes a manejar el estrés por sí solos y reducir el impacto de la reactividad cardiovascular relacionada con el estrés,1 como el incremento de la presión arterial.2 Los síntomas fisiológicos del estrés, incluidos los estados temporales de hipertensión y el aumento de la frecuencia cardíaca, son factores que contribuyen a la enfermedad cardiovascular. Las prácticas de atención plena y meditación3,4 han demostrado beneficiar el manejo de la presión arterial, al reducir el riesgo de rigidez arterial5 e hipertensión3,6,7 a través de una mejor respuesta al estrés, regulación emocional y conciencia propia de comportamientos relacionados con la salud.4,5,8,9 Una revisión sistemática de la literatura médica que evalúa la espiritualidad en pacientes con enfermedad cardiovascular reveló que quienes practicaban estrategias de afrontamiento espirituales o religiosas señalaron tener mejores resultados de calidad de vida con el tiempo.10 Los pacientes que enfrentan eventos cardiovasculares adversos en contextos de cuidados paliativos también informaron que afrontaban mejor la situación a través de la espiritualidad cuando tenían las herramientas para manejar el estrés de manera eficaz respecto a su diagnóstico; incluso algunos expresaban sentimientos de esperanza, paciencia y tolerancia para superar su diagnóstico.11 

Asistir a lugares de culto está asociado con mejoras positivas en los comportamientos relacionados con la salud que influyen en la disfunción cardiometabólica.12 La asistencia a servicios religiosos se asoció con una menor incidencia de mortalidad por todas las causas y una marcada mejora en los hábitos de nutrición y ejercicio, además de menores índices de tabaquismo y consumo de alcohol.13-15 También se demostró que esto tiene un impacto en el riesgo de síndrome metabólico,16,17 y aquellos que manifiestan menores niveles de fe religiosa presentan un avance más rápido de la enfermedad.17 Quienes tienen creencias religiosas como parte de su bienestar espiritual también informaron tener niveles más altos de propósito, pertenencia y adaptación resiliente. Incluir a la comunidad en una práctica espiritual, como asistir a lugares de culto, puede ser importante para el cumplimiento del tratamiento y como factor de motivación para que los pacientes incorporen cambios en su estilo de vida.  

Afrontamiento del estrés emocional 

Los estados emocionales negativos pueden alterar los factores de riesgo y la trayectoria de la hipertensión. Los sentimientos de optimismo, satisfacción18 y propósito19 están asociados con mejores resultados cardiovasculares al influir indirectamente en los comportamientos de salud y directamente en el impacto del estrés en el cuerpo.7,19 Se ha demostrado que las relaciones sociales, que desempeñan un papel fundamental en mantener emociones positivas, contrarrestan las respuestas al estrés físico de emociones negativas, como la ira, y les brindó a los pacientes un sistema de soporte que les permitió regresar más rápido a niveles normales de presión arterial en reposo.7,20 El bienestar psicológico en sí es una consideración importante para los pacientes con hipertensión, y tener vínculos sociales sólidos fue un factor importante de mitigación para la hipertensión en todas las poblaciones.7,21 La participación religiosa y espiritual puede ser una posible intervención para entablar y fortalecer estas conexiones sociales. 

Las estrategias de afrontamiento espirituales también pueden ser un factor de protección frente a la presión del diagnóstico o sufrimiento emocional. Algunos pacientes con cáncer observaron que se sentían más conectados con la familia, los amigos y la comunidad a través de la oración, lo cual mejoró sus índices de supervivencia y resultados de calidad de vida en remisión.22,23 El apoyo social y los sentimientos de interrelación consigo mismo o con otros, y un mayor propósito también estaban relacionados con una menor mortalidad 24 en pacientes bajo cuidados paliativos coronarios, lo cual los ayudaba a aceptar la realidad de su enfermedad y las dificultades que generaría en el transcurso de sus vidas.11  

El estrés y los síntomas de depresión que pueden presentarse con diagnósticos difíciles son factores de riesgo para la hipertensión incidente y los resultados comórbidos.7 Educar a los pacientes sobre estrategias de afrontamiento eficaces puede mejorar su capacidad para manejar factores de estrés relacionados con el diagnóstico y parece que, en última instancia, afectan sus índices de supervivencia. También puede proporcionar una herramienta de autogestión fundamental para lidiar con los estados emocionales negativos que pueden producirse durante la remisión. Cuando recordaban eventos de sufrimiento específicos que atravesaron durante su enfermedad, las estrategias de afrontamiento espirituales ayudaron a los sobrevivientes de cáncer de mama a recuperarse más rápido de las alteraciones del estado de ánimo y los picos episódicos de presión arterial. 20  

Los mecanismos de afrontamiento espirituales, especialmente durante tiempos de crisis o enfermedad, pueden influir en la recuperación del paciente y su capacidad para autogestionar su enfermedad y factores de estrés relacionados. Estas prácticas pueden incluir escuchar música, leer textos inspiracionales o que expresen gratitud, participar en momentos de oración o afirmaciones positivas, pasar tiempo con seres queridos y sentirse respaldados por sus comunidades. Estas intervenciones no necesariamente deben enmarcarse en un contexto religioso o espiritual. Lo importante es ayudar a los pacientes a conectarse consigo mismos en un nivel más profundo y hallar significado en alguna actividad o práctica que disfruten. 

Necesidades espirituales en práctica 

Los pacientes pueden encontrar propósito, comunidad y apoyo mediante prácticas y creencias religiosas o espirituales u otros mecanismos de afrontamiento que pueden ayudarlos a adoptar y mantener cambios positivos en su estilo de vida. Aunque la fe religiosa puede o no ser parte de la vida de su paciente, la espiritualidad y los mecanismos de afrontamiento relacionados tienen un impacto indiscutible en la salud. La medicina funcional reconoce la importancia de la conexión mental-emocional-espiritual con la salud física y aborda estos temas como un desequilibrio clínico principal de la matriz de la medicina funcional. Escuchar con empatía, volver a contar la historia de la salud de un paciente y recomendar maneras en las que puedan reconectarse con su propio propósito en la vida, abordando las necesidades espirituales, puede fortalecer la relación terapéutica y abrir nuevas vías de sanación para el paciente.

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Referencias 

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  2. Shattuck EC, Muehlenbein MP. Religiosity/spirituality and physiological markers of health. J Relig Health. 2020;59(2):1035-1054. doi:10.1007/s10943-018-0663-6
  3. Levine GN, Lange RA, Bairey-Merz CN, et al. Meditation and cardiovascular risk reduction: a scientific statement from the American Heart Association. J Am Heart Assoc. 2017;6(10):e002218. doi:10.1161/JAHA.117.002218 
  4. Loucks EB, Schuman-Olivier Z, Britton WB, et al. Mindfulness and cardiovascular disease risk: state of the evidence, plausible mechanisms, and theoretical framework. Curr Cardiol Rep. 2015;17(12):112. doi:10.1007/s11886-015-0668-7
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  6. Ponte Márquez PH, Feliu-Soler A, Solé-Villa MJ, et al. Benefits of mindfulness meditation in reducing blood pressure and stress in patients with arterial hypertension. J Hum Hypertens. 2019;33(3):237-247. doi:10.1038/s41371-018-0130-6 
  7. Cuevas AG, Williams DR, Albert MA. Psychosocial factors and hypertension: a review of the literature. Cardiol Clin. 2017;35(2):223-230. doi:10.1016/j.ccl.2016.12.004 
  8. Nardi WR, Harrison A, Saadeh FB, Webb J, Wentz AE, Loucks EB. Mindfulness and cardiovascular health: qualitative findings on mechanisms from the mindfulness-based blood pressure reduction (MB-BP) study. PLoS One. 2020;15(9):e0239533. doi:10.1371/journal.pone.0239533 
  9. Loucks EB, Nardi WR, Gutman R, et al. Mindfulness-based blood pressure reduction (MB-BP): stage 1 single-arm clinical trial. PLoS One. 2019;14(11):e0223095. doi:10.1371/journal.pone.0223095 
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  23.  Rudaz M, Ledermann T, Grzywacz JG. Spiritual coping, perceived growth, and the moderating role of spiritual mindfulness in cancer survivors. J Psychosoc Oncol. 2018;36(5):609-623. doi:10.1080/07347332.2018.1464091 
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